Soneto 43
Miran acá y allá, durante el día,
Mis ojos, aunque abiertos, distraídos;
Ciérrolos, en tinieblas van perdidos,
Y entonces ve más claro el alma mía.
¡Oh! si es tu sombra el resplador que guía
Entre el horror nocturno mis sentidos,
En plena luz los velos recogidos,
¡Cómo tu realidad deslumbraría!
¡Ah! ¡Si hallarte lograrse mi deseo
Viva, en todo el fulgor de tu hermosura,
Que a mi apagada vista así se ofrece!
El día es noche, porque no te veo,
Y aurora es para mí la noche oscura
Porque en sueños tu imágen resplandece.
La voz poética en este poema alaba a la noche, ya que en ella puede soñar con su amada, y maldice el día, ya que durante el día no puede verla.
ResponderBorrar¡Que bien trabaja Shakespeare los oximoron: "el día es noche", "aurora...la noche oscura"! Este poeta siempre se las ingenia para cambiar los roles de lo establecido.
Es interesante notar que Shakespeare escribe costantemente sobre el sueño y el poder de éste en muchas de sus obras. Aquí, en este soneto, vemos ésto.